Imagínatelo: estás de camino a la costa, con ganas de pasar un día lleno de diversión. ¿La agenda de hoy? Una ruta en barco por el mar, ostras y burbujas para almorzar, un poco de paddleboarding para descargar adrenalina e incluso una siesta en la playa. El sol brilla, el viento sopla, las olas están en calma… ¡Qué felicidad!
Desde nadar en aguas abiertas por deporte hasta simplemente holgazanear junto al mar, a la gente le han gustado las aventuras costeras desde hace mucho tiempo. Las primeras interacciones humanas con la costa se remontan a las culturas militares romana y vikinga, en las que se nadaba en mar abierto por deporte. En la historia más reciente, que se remonta al siglo XVIII, las aventuras a orillas del mar se han registrado como un coto reservado a los ricos, que deseaban un descanso relajante junto al agua. Ciudades costeras como Altea, en el Levante de España, e Ibiza, en las Islas Baleares, pasaron a convertirse en los notables centros turísticos costeros que son hoy en día, debido a la necesidad ocasional de la gente de tomarse un respiro.
Ni que decir tiene que hoy en día, con los avances tecnológicos y la facilidad para desplazarse de una parte a otra del mundo, este fenómeno está en auge, sobre todo en la época estival. Ya sea por la necesidad de refrescarse o de descansar de las presiones de la vida urbana moderna, ¿qué es exactamente lo que nos lleva año tras año a disfrutar del mar?
El término “salud azul”, que ha ganado popularidad y reconocimiento en los últimos tiempos, se refiere a los beneficios para la salud percibidos por el simple hecho de tener algún tipo de interacción con el mar. Para arrojar algo de luz sobre esto, en un estudio europeo realizado entre 2016 y 2020, se encontró que las vías fluviales urbanas tenían resultados positivos para la salud de las personas que habían pasado principalmente su tiempo en interiores durante largos períodos de tiempo. El Dr. Mathew White, del Centro Europeo de Salud Medioambiental y Humana, explica la salud azul como las implicaciones para la salud y el bienestar de estar en o cerca de los mares y las costas.
Para fundamentar esta intuición puramente humana en pruebas empíricas, el Dr. White y su equipo realizaron un estudio con datos de 48 millones de personas de toda Inglaterra. Se comprobó entonces que cuanto más cerca de la costa vivían las personas, mayor era el nivel de salud y bienestar que declaraban tener. ¿Y a qué se debía esto? Se pensó que las personas que pasan tiempo en la costa tienden a relajarse más, realizan más actividad física y experimentan interacciones sociales más positivas junto a la costa.
Y de hecho, viendo el potencial de bien que se puede encontrar en una idea así, ahora existen organizaciones para propagarla, como Sea Sanctuary, una organización con sede en el Reino Unido que se autodenomina “pionera de la salud azul”. Dado que las investigaciones demuestran que los “espacios azules” pueden potenciar nuestro bienestar emocional, esta organización benéfica se ha propuesto ayudar organizando excursiones por la costa de Cornualles.
Ahora es el momento de poner en práctica la Salud Azul. El objetivo de la semana es recordarle que debe dar prioridad a un estilo de vida más saludable y contribuir a mejorar su estado de ánimo. ¿Por qué no te tomas un tiempo para ti mismo y pruebas a alquilar un barco con SamBoat y te escapas al mar para centrarte más en ti mismo mientras te alejas de los ajetreados y exigentes días en tierra?